lunes, 24 de agosto de 2015

EL BARÓN DE MONTFORT

Cuento publicado en Ruido Blanco 3
Antología de ciencia ficción de autores uruguayos
Mónica Marchesky                         



El reloj péndulo del comedor comenzó a marcar las doce, sus campanadas resonaron como todos los días, en aquel vasto recinto. El viejo prestamista dormía su siesta al sol, inmutable; su sordera hacía que se perdiera gran parte de los movimientos de la casa, pero cuando Clohé pasaba como un viento hacia el reloj, el tío Rudy se sobresaltaba y la seguía con la mirada. A pesar de sus nueve años a Clohé le fascinaba el movimiento del péndulo.
Pegaba su nariz contra el vidrio y cuando faltaban cuatro campanadas para completar las doce, se tapaba los oídos con las manos, se volteaba de espaldas al reloj y gritaba con un chillido de pájaro hasta que todo quedaba en silencio.