Cuento publicado en Ruido Blanco 3
Antología de ciencia ficción de autores uruguayos
Antología de ciencia ficción de autores uruguayos
Mónica
Marchesky
El
reloj péndulo del comedor comenzó a marcar las doce, sus campanadas resonaron como
todos los días, en aquel vasto recinto. El viejo
prestamista dormía su siesta al sol, inmutable; su sordera hacía que se
perdiera gran parte de los movimientos de la casa, pero cuando Clohé pasaba como
un viento hacia el reloj, el tío Rudy se sobresaltaba y la seguía con la
mirada. A pesar de sus nueve años a Clohé le fascinaba el movimiento del
péndulo.
Pegaba
su nariz contra el vidrio y cuando faltaban cuatro campanadas para completar
las doce, se tapaba los oídos con las manos, se volteaba de espaldas al reloj y
gritaba con un chillido de pájaro hasta que todo quedaba en silencio.